FORMAS DE VIDA
Scott Lash analiza la distancia que existe entre los términos formas de vida y formas tecnológicas de vida, considerando que al hablar de forma de vida estamos haciendo referencia a las costumbres de la sociedad, a la manera de hacer las cosas, en esta forma de vida adquiere fundamental importancia la comprensión de las relaciones naturales y las socio – culturales, importan los contactos, las relaciones con los demás miembros. Esta forma de vida se enfrentas hoy con una nueva forma de vida, la tecnológica, donde el hombre comprende el mundo por medio de sistemas tecnológicos, es así que comprende y enfrenta la vida con las tecnologías, esto genera que las relaciones se constituyan a distancia, esto hace que el hombre se torne dependiente de la tecnología, no logre socializarse, y requiera en todo momento de este tipo de instrumentos para poder funcionar, como resultado se generó una pérdida de la noción del valor que tienen las relaciones personales. Las formas tecnológicas de vida, sean naturales o sociales, son como el «cuerpo sin órganos» (Deleuze y Guattari,1983).
- “Con la tecnología las formas de vida se aplanan” (Lash, 2005) ya que con la cultura tecnológica la reflexividad deja de ser un proceso de reflexión individual, hoy falta el tiempo y el espacio para la reflexión. Situaciones como esta se observan cuando por ejemplo una persona deja de comprar el diario, porque no dispone de tiempo para leerlo y se limita a leer sus títulos en Internet.
- “Las formas tecnológicas de vida son no lineales” (Lash, 2005) por un lado la comprensión se da por conducto de unidades abreviadas de información; por otra parte vivimos acelerados, esto genera falta de tiempo para la reflexión, la cultura es cada vez más efímera. Vivimos con una mirada que posa en el futuro, a diferencia del pasado donde lo que se buscaba era la seguridad para las generaciones.
Estas formas tecnológicas de vida están realmente expandidas, y sostiene el autor que están tan expandidas que se hacen pedazos, los vínculos sociales se rompen y luego se reconstituyen como enlaces de redes no lineales y discontinuas.
A manera de conclusión, y teniendo en cuenta lo analizado, sostengo que la postura del autor es muy extremista, si bien las tecnologías han cambiado nuestras formas de relacionarnos, e intentan convertirnos en objetos de consumo, aún el hombre es capaz de dominarla, y a través de la reflexión y el trabajo colaborativo a logrado darle sentido a la gran proliferación de tecnologías, desarrollando nuevas aplicaciones de uso libre, y que simplifican la cooperación entre pares, donde no se requiere usuarios con alfabetización tecnológica avanzada para su utilización. Estos grupos, capaces de organizar y controlar su conducta colectiva definen claramente los límites del grupo, y permiten la participación de los miembros de la comunidad. No obstante esto, creo que merece la pena estudiar los resultados surgidos a partir de la incorporación de las tecnologías a nuestras vidas, ya que sin duda, algo han cambiado.
1 comentario:
¿Las tecnologías dominan al hombre... o es al revés? Es una pregunta interesante para plantearse. Sin embargo no creo que ninguna respuesta sea acertada. El hombre como constructor domina al objeto por el creado, pero se hace esclavo, a su vez de las reglas que impone en el proceso de creación...
Esto último me hace acordar a Pareyson: “Nadie es más libre y más creador que el artista, que crea no sólo la obra sino también la ley que la gobierna; es decir, el único modo en que ella se debe y se deja hacer; sin embargo su situación es su constricción, ya que él se encuentra sometido a una ley perentoria e inviolable, que no es otra legalidad que la que él pone en el acto de concebir la obra: sometido por su libertad y libre a través de la coacción, autor y súbdito a la vez, servidor tanto más obediente cuanto más inventor y creador.”(Pareyson, 1966, pp.30-31)
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